Una lección de amor
Cierto día en un salón de clases, un niño se acercó a la maestra del grupo para hacer una pregunta:
- maestra… ¿Qué es el amor?
La receptora ante la pregunta, trato de darle la mejor explicación:
- veras pequeño… el amor es… es… un hermoso sentimiento, que anda en el ser humano, es algo así como… bueno... veras… mira, hagamos un experimento…
Y dirigiéndose a los demás niños, en virtud de que se acerca el recreo, les dijo a todos:
- ca
da uno de ustedes al final de receso, deberá traerme algo que despierte en ustedes el sentimiento del amor.
Los niños salieron presurosos de la clase y al finalizar el recreo, cada uno de ellos llevo entre sus manos algo que para ellos, hablara del amor.
- Veo que todos trajeron algo –dijo muy divertida y sonriente aquella maestra.
- A ver tu Lupita, ¿Qué trajiste?
La niña mostro una flor muy hermosa.
- Mire maestra… ¡que pétalos! ¡qué color tan más hermoso! ¡que perfume! Para mí, esto es el amor.
- Muy bien Lupita, siéntate. Y tu Andrés… ¿Qué trajiste?
- Maestra, yo le traje esta mariposa. Mirándola contra el sol muestra unos colores fantásticos. ¡ se va a ver muy hermosa en mi colección!
- Muy bien. ¿y tú Enrique?
- Vera maestra. Yo encontré este pajarito. Está muy chiquito y despierta en mí una ternura. Y para mí, esto es el amor. ¿no es bonito?
Uno a uno, los niños fueron colocando en la mesa lo que la maestra les pidió.
Había un niño que estaba muy triste, porque no había llevado nada.
Cuando la maestra le pregunto por qué, el niño contesto:
- Vera maestra. Quise cortar la rosa que trajo Lupita, pero desistí en hacerlo para que no se marchitara muy pronto. Además, olía tan bonito, que quería que el perfume inundara todo el ambiente. También quise atrapara la mariposa, pero no lo hice porque me di cuenta de que revoloteaba muy feliz entre las flores. También vi al pajarillo tirado entre las hojas. Bueno…. En realidad eran dos, y cuando lo devolví al nido, vi la tristeza de su madre reflejada en sus ojitos, que revoloteaba muy fuerte entre los árboles.
Por eso maestra solamente traje con migo, el perfume de la flor, los anhelos de la libertad de la mariposa, y la gratitud que sentí en los ojos de la madre, cuando le devolví a su otro polluelo. ¿Cómo puedo mostrarle amor el amor?
La maestra agradeció las palabras de aquel niño, y le otorgo la calificación más alta.
Reflexión
No importa como manifiestes el amor que sientes. Tampoco tienes que traducirlo en cosas materiales. Muchas veces lo más hermoso esta en las cosas que no cuestan y que todos podemos admirar: las flores, las nubes, el sol, las estrellas… El amor más maravilloso es el que tienes dentro y que muestras para ti y para los demás. Pero también recuerda el amor con que nuestro creador nos formó. Si es verdad que fuimos hechos a imagen y semejanza de Él, entonces demostremos cuan capaces somos de manifestar un profundo, verdadero y sincero: AMOR.
AUTOR: JUAN MORALES MARTINEZ




